viernes, 30 de marzo de 2012
viernes, 23 de marzo de 2012
La ruta de mi Ateismo
Mario Alejandro Lemus.
Antes de cumplir
los 15 Años, comencé a preferir las pequeñas y temporales verdades de la
ciencia, que las grandes e infinitas mentiras de la religión, y en ese camino
indudablemente se atravesó el colegio donde estudie mi bachillerato,
antagónicamente llamado Nuestra Señora de Fátima.
Recuerdo mis 16
años, cuando empezaba la clase de “religión”, en la que, cada vez me sentía incomodo,
pues creía que esa materia debería parecerse más a una clase de historia, pero se trataba de oraciones y valores
“católico-cristianos” predicados por un profesor diacono de una Iglesia
católica cercana a mi barrio, contradictoriamente de nombre Pastor, del que
recuerdo llegaba cantando con alegría. Ese momento servía más para pasárnosla de
desordenados tocando fuerte los pupitres al son de los aplausos. Eran los primeros años del nuevo siglo, la
ciencia cada vez más rápido va aportando a la humanidad luces sobre el pasado,
el presente y el futuro, datos interesantes que no valían la pena ser apartados
de nuestra adolescente vida, pero
lamentablemente era así. De todas formas me resistía a recibir ese tipo de
educación religiosa contraria a mis apreciaciones, eran los meses en que dios
ya no existía para mí.
Etiquetas:
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